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Precisión en la aplicación: El diseño del embudo permite que el desatascador se aplique directamente en el punto del atasco, mejorando la efectividad del tratamiento.
Reducción de desperdicio: Minimiza el desperdicio de producto al asegurar que todo el desatascador se utilice en el área afectada, sin derrames alrededor.
Ahorro económico: Al evitar el desperdicio de producto, los usuarios gastan menos en desatascadores químicos a lo largo del tiempo.
Facilidad de uso: Su diseño simplifica el proceso de desatascar tuberías, haciéndolo más accesible para personas sin experiencia en fontanería.